NEAT: 7 maneras de potenciar tu actividad física no deportiva
Sabemos que hacer actividad física nos ayuda a mantener un cuerpo y una mente saludables: previene cardiopatías y diabetes tipo 2, reduce síntomas de depresión y ansiedad, mejora la memoria y la concentración, entre otros beneficios. Sin embargo, muchas veces por falta de tiempo, ganas o por el cansancio que experimentamos al llegar a casa, desistimos de incorporarla a nuestra rutina.
Un estudio reveló que podrían evitarse hasta 5 millones de muertes al año si la población mundial fuera más activa. Luego de varios meses en los que tuvimos que permanecer en casa debido a la COVID-19, es fundamental que comencemos a ejercitarnos de nuevo. Esto no solo implica dedicarle una hora a entrenar o a practicar un deporte, sino sumar todos los pasos que podamos en el día. En esta nota, te traemos algunas estrategias para lograrlo con los mínimos ajustes posibles en tu rutina.
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¿Qué es el NEAT?
Existen pequeños cambios que hacen la diferencia y que podemos aplicar a la vida diaria para aumentar significativamente el gasto calórico y mejorar nuestro estado físico y mental.
Por sus siglas en inglés, NEAT significa non-exercise activity thermogenesis (termogénesis producida por actividad fuera del ejercicio) y se refiere al gasto energético que resulta de todas las acciones, más o menos rutinarias, que no se consideran deportivas, pero que requieren un esfuerzo físico. Por ejemplo, cuando caminamos hacia algún negocio para hacer las compras, subimos o bajamos escaleras, paseamos al perro o limpiamos nuestra casa.
Intensificar o modificar en forma leve alguna de estas actividades puede hacer la diferencia y ayudarnos a sumar movimientos a nuestra rutina. ¡Cada movimiento cuenta!
7 consejos para potenciar tu NEAT
Te compartimos algunos tips para que tu día a día sea más activo:
1. Viajá al trabajo en bicicleta (siempre con casco) o a pie.
Si es una distancia muy larga, podés reemplazar un tramo de subte o de colectivo por una caminata.
2. Utilizá escaleras en vez de ascensores.
Si te resulta demasiado cansador, podés hacerlo por partes cada vez más largas o subir en ascensor y bajar a pie.
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3. Reemplazá las compras online por las presenciales.
En vez de pedir tu comida por internet, caminá hasta los negocios de tu zona para aumentar la actividad aeróbica y el entrenamiento de fuerza.
4. Pasá más tiempo de pie.
Cuando utilices el transporte público o en salas de espera, en vez de sentarte de inmediato, cedé el asiento a otras personas.
5. Realizá pausas activas.
Mientras estás estudiando o trabajando, parate a tomar agua o para ir al baño, y practicá
ejercicios de estiramiento.
6. Caminá, al menos, media hora por día a un ritmo contínuo.
Puede ser mientras paseás a tu mascota o durante una charla con amigos o familiares.
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7. Aprovechá las tareas del hogar.
Limpiar, ordenar o cocinar son actividades que pueden resultar aburridas. Una buena forma de hacerlas más entretenidas y ponernos en movimiento es
escuchar música y bailar mientras las realizamos.
Algunas apps gratuitas que podés utilizar para monitorear tu actividad:
Una buena manera de concientizarte sobre los pasos que das al día es por medio del uso de aplicaciones móviles que realicen un seguimiento de las distancias recorridas:
- Google Fit.
- Runkeeper.
- Pacer.
- StepsApp.
- Mi Fit.
¡Seguí estos consejos y vas a notar mejoras en tu estado físico y de ánimo!
Fuentes:
- Ministerio de Salud de la Nación.
- Organización Mundial de la Salud.