“El ciclismo es un cable a tierra que me mejora el humor” - OSDE

Nicolás Legarreta es socio de OSDE, tuvo que dejar el running por lesión y se subió a la bicicleta. Es padre de dos hijos y nos cuenta cómo logra un equilibrio entre su entrenamiento y su rol de padre.

Nicolás Legarreta (36) es socio de OSDE y, hace ya más de 10 años, sufrió una lesión que le impidió seguir practicando running. Encontró en el ciclismo un deporte de resistencia similar desde la exigencia aeróbica y sin tanto impacto, se subió a la bicicleta y se terminó apasionando. Hoy, es padre de dos hijos (una nena de 2 años y un bebé de 6 meses), cuenta con numerosas participaciones en competiciones (rallies) nacionales y nos comenta cómo logra un equilibrio entre la vida familiar y sus entrenamientos para las carreras. Te invitamos a conocer su historia.

  

¿Cómo empezaste con el ciclismo? 

 

Desde chico me gustaba andar en bicicleta. La usaba para ir a todos lados. Ya de grande practicaba running hasta que me lesioné: tuve una periostitis tibial y el médico me recomendó optar por un deporte que no tuviera impacto. Por eso, comencé con el ciclismo que fue lo más parecido que encontré en materia aeróbica y de resistencia. En 2010 empecé a entrenar y tenía la idea de participar en la carrera de Río Pinto, una travesía que recorre las sierras de Córdoba y que siempre me llamó la atención. Hoy se convirtió en un estilo de vida: es un cable a tierra que me saca el estrés, me oxigena la cabeza y me pone contento

 

¿Cómo entrenás en tu rutina diaria?

 

Suelo salir bien temprano en la mañana, sobre todo ahora que tengo un despertador humano –Lorenzo, su hijo de 6 meses-. Hoy, gracias a las redes sociales, te podés contactar con los mejores de la disciplina en el país y recibir un plan de entrenamiento mensual a la distancia. Mi entrenador es de Tucumán y me diseñó un plan que realizo cinco veces a la semana con trabajos específicos (distintos ritmos, pesos y cadencias de pedaleo) para cada jornada. Algunos días salgo con la bicicleta de ruta transitando por asfalto y otros uso la de montaña y atravieso campos abiertos y calles de tierra. También voy a circuitos que me sirven para practicar la técnica y cambiar un poco la rutina. 

 
  

¿Complementás las salidas con otros ejercicios?

 

Debería, pero no me da el tiempo. Si lo hiciera de manera profesional, tendría que entrenar el doble. De todas maneras, veo progresos en la intensidad, la velocidad y la fuerza que le imprimo al pedaleo. Si bien la exigencia no desaparece, disfruto mucho más y me siento mejor. Además, el hecho de ver que mejoro mis marcas carrera a carrera es una satisfacción muy grande y la motivación principal para seguir entrenando.

 
 

¿Cómo te preparás para los rallies?

 

Soy muy estricto con mi entrenamiento pero, como todo deportista amateur, no siempre lo puedo cumplir por obligaciones familiares, sociales, trabajo. Entonces hago hasta donde puedo, como puedo: trato de alimentarme bien antes y después de las carreras, enfocarme en hacer el trabajo específico y en cumplir la carga horaria para aguantar las horas que requiera estar arriba de la bicicleta.

 
 

¿Cómo hacés para mantener un equilibrio entre tu entrenamiento y tu rol de padre?

 

Mi esposa y mi familia me acompañan en todo. En 2018, participé en el Trasmontaña en Tucumán y nos fuimos juntos el fin de semana de la carrera. Ella estaba embarazada de seis meses y llevamos a mi nena de un año y cuatro meses en aquel momento. Además, ella es de Córdoba y, cada vez que corro allá, me acompaña y visitamos a su familia. Ella ve lo importante que es para mí, me deja mi espacio para entrenar y me motiva a que lo haga. Puede sonar raro siendo padre de un bebé de 6 meses y de una nena de 2 años, pero sucede y lo disfruto. Nos distribuimos tareas, nos complementamos y nos ayudamos bastante.

 
 
 

5 consejos para quienes quieran empezar a practicar ciclismo

 

  1. Empezar de a poco. Es clave comenzar muy tranquilo e ir sumando kilómetros al ritmo de cada uno. 

  2. Establecerse objetivos de acuerdo a las posibilidades individuales. Y, si es para competir, asesorarse con algún profesional de la materia.

  3. Comer sano. Es fundamental hacerlo en todo momento. Las veces que me alimenté mal (comí de más o tomé un poco de alcohol en algún evento), lo sentí arriba de la bicicleta. Además, llevar una alimentación saludable y una buena hidratación te hace sentir mejor. No solo en el deporte, sino también en el día a día. Si lo quieren hacer en forma profesional, recomiendo contar con asesoramiento nutricional.

  4. Descansar bien. Un buen sueño hace la diferencia y te cambia el día de entrenamiento. Si no dormiste bien, lo sentís durante la rutina y estás más expuesto a sufrir lesiones. 

  5. Disfrutar de lo que hacen, del contacto con la naturaleza y del aire libre. No ponerse presión, no hacerlo en forma obligada porque lo indicó el médico. 

 

Fuente:

Entrevista con el ciclista Nicolás Legarreta.