El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres a nivel mundial. La Dra. María de las Mercedes Dabat (M.N. 70283), especialista en medicina interna y general, explica por qué los chequeos periódicos son fundamentales, qué estudios se recomiendan según la edad, y qué mitos aún persisten en torno a la enfermedad.
Detectar el cáncer de mama en estadios precoces puede implicar la cura en un alto porcentaje de los casos. Además, permite tratamientos más conservadores, mejor tolerados y con mejores resultados. Sin embargo, muchas mujeres postergan los controles por miedo: algunas temen perder su femineidad, otras se sienten vulnerables frente al diagnóstico. Pero la realidad es que cuanto antes se detecta, mayores son las chances de recuperación y sobrevida.
Depende de la edad y el perfil de cada paciente. En general:
Si bien el 20 % de los tumores mamarios se asocian a alteraciones genéticas hereditarias, hay muchos otros factores que pueden incidir:
Estos factores no deben generar miedo, sino ser una motivación más para mantener hábitos saludables y realizar los controles médicos con regularidad.
Un diagnóstico precoz mejora significativamente el pronóstico. Según la Sociedad Americana del Cáncer, la sobrevida es del 91 % en general, y del 99 % en los casos localizados. Además, cuando la persona tiene una buena salud general y hábitos de vida saludables, la recuperación es más rápida y el tratamiento se tolera mejor.
Lamentablemente, muchos:
Estos mitos generan miedo y postergan los controles. Por eso, es importante hablar, informarse y desnaturalizar esas ideas. Cuidarnos también implica romper con prejuicios.
Sí. Si bien no hay una forma 100 % efectiva de prevenirlo, algunos hábitos reducen considerablemente el riesgo:
Estas prácticas no solo benefician la salud mamaria, sino el bienestar general.
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