El cáncer de cuello de útero se trata de un tumor maligno desarrollado a partir de lesiones premalignas. En la mayoría de los casos, se origina a partir de una infección viral. Si bien existen diferentes factores de riesgo, el principal es la infección por el virus del papiloma humano (HPV). Por otra parte, el tabaquismo, el VIH y las personas inmunosuprimidas son co-factores que aumentan la probabilidad de progresión de las lesiones premalignas. Por eso, es de suma importancia realizar los estudios y controles pertinentes con la periodicidad correspondiente.
Se trata de una infección del papiloma humano, sus siglas son del inglés (HPV), y también se lo conoce por sus siglas en castellano como VPH. Se transmite por un contacto íntimo, que puede darse mediante el roce de la piel con piel o la piel con la mucosa con otra persona. No es necesario que haya coito. Existe una mayor posibilidad de contraerlo durante los primeros años del inicio sexual de cada persona, aunque mientras cada individuo se mantenga sexualmente activo, el riesgo persiste a lo largo de la vida.
Si bien no hay un criterio unánime, la Sociedad Argentina del Tacto Genital Inferior y Colposcopía recomienda en su Guía de práctica 2022 comenzar los controles preventivos para la detección temprana del cáncer de cuello uterino a los tres años del inicio de las relaciones sexuales, a todo individuo con cuello uterino, independientemente de su género.
En aquellos casos, en que las personas se encuentren inmunosuprimidas o con VIH los estudios y controles deben comenzar al año del inicio de las relaciones sexuales.
PARA ESTE CASO, NO INFLUYEN LOS ANTECEDENTES FAMILIARES
En la actualidad, existen dos modalidades vigentes: el Papanicolau (PAP) y la prueba de HPV:
Sí. Se encuentra dentro del Calendario Nacional de Vacunación, se aplica a las personas con 11 años de edad, de forma gratuita, sin distinción de género.
En la actualidad, se cuenta con los elementos y tecnología necesarios para pensar en la posibilidad de erradicar esta enfermedad. La vacuna es de altísima efectividad y en cuanto a las pruebas de detección del HPV, resulta de gran precisión. Sumado a los diferentes tratamientos de las lesiones premalignas, no es descabellada la idea de una virtual eliminación de este problema de salud.
Por eso resulta fundamental resaltar la importancia de realizar los controles correspondientes con la periodicidad indicada por el profesional de confianza.