Alergias estacionales: cómo afectan la vida cotidiana

Algunas afecciones se intensifican durante la primavera. Por eso, te contamos cómo pueden incidir en nuestra vida cotidiana y qué hacer para prevenirlas.

¿Qué quiere decir que una enfermedad alérgica es estacional?

 

Que sus síntomas se manifiestan exclusivamente o de manera más intensa durante ciertas estaciones del año, como el otoño y/o la primavera. El ejemplo más característico es la rinitis alérgica, que en esta oportunidad en particular suele acompañarse de conjuntivitis alérgica. La rinitis alérgica es una enfermedad nasal muy frecuente (hasta una de cada 3 personas puede sufrirla) y se atribuye a la presencia de alergia (sensibilidad exagerada) a ciertas sustancias ambientales, que al ser inhaladas a través de la nariz provocan síntomas tales como estornudos, descarga de secreción nasal acuosa, picazón de nariz, paladar y ojos, congestión nasal, etc. Ciertas personas que la padecen manifiestan que sus síntomas solo empeoran o se presentan en ciertas épocas del año.

 
 

¿Cuáles son sus causas?


La presencia estacional de síntomas debe hacer sospechar de un factor ambiental que se encuentra en el aire solo en ciertas épocas del año. Un ejemplo habitual son los pólenes de plantas y árboles diseminados por el viento. Si la persona que sufre de rinitis alérgica tiene más síntomas en determinada estación o solo los presenta en ese momento, la alergia al polen puede ser la explicación. Otras veces se debe a hongos ambientales. En algunos países, junto con la información meteorológica se brindan datos sobre la concentración de ciertos pólenes en el aire ambiental. Si supera determinados límites, se aconseja que los alérgicos a los mismos eviten actividades al aire libre para no potenciar los síntomas.
Pero no toda enfermedad que se manifieste estacionalmente es atribuible a una alergia polínica. La depresión, por ejemplo, suele empeorar en invierno y la alergia nada tiene que ver con sus manifestaciones.

 
 

La rinitis en la vida diaria


La rinitis alérgica presenta síntomas que pueden tener un fuerte impacto en la vida de quienes la sufren, como falta de energía, irritabilidad y un cansancio habitual. Suelen roncar, tener dificultades durante el sueño y manifiestan somnolencia durante el día. En el caso de los niños, puede afectar el aprendizaje, el rendimiento escolar y el presentismo.
Lo curioso es que casi nunca se relaciona a la rinitis alérgica con la presencia de estas molestias. Otro factor a tener en cuenta es que tener rinitis alérgica triplica la posibilidad de desarrollar asma en algún momento de la vida.

 


¿Existe una solución?


Un tratamiento adecuado y bien seleccionado puede mejorar francamente los síntomas de la rinitis y minimizar notablemente el deterioro que ocasiona en la calidad de vida.
Para ello es recomendable la visita a un especialista, que podrá evaluar la solución indicada para cada caso.

 

Fuente:

Dr. Federico Daniel Colodenco
Jefe de Alergia e Inmunología Hospital María Ferrer
Director de la Carrera de Especialistas en Neumonología UBA