Consideramos a la teleconsulta médica como una herramienta invalorable para el acceso y primer contacto con el paciente. OSDE, principal impulsor de la telemedicina, tiene desde hace años una red de asistencia pre-hospitalaria para la atención domiciliaria de todas aquellas condiciones y patologías que, por sus características y complejidad, son pasibles de ser atendidas mediante esta tecnología.
El actual estado de pandemia nos obliga a ser orgánicos y a respetar de manera absoluta las normativas impartidas por el Ministerio de Salud de la Nación. Como nos indicaron las autoridades, ponemos todos los recursos humanos, materiales y financieros al servicio de la crisis.
El personal de soporte se encuentra cumpliendo la cuarentena y con tareas de teletrabajo. El personal estrictamente destinado a la crisis, tanto médico como operativo, se duplicó. La administración y contacto con los socios se desarrollan exclusivamente por vías virtuales. Se maximizó el uso exclusivo de la teleconsulta para los casos sospechosos de COVID-19 – dengue – sarampión.
Estamos también desarrollando una mesa de atención por teleasistencia psicológica (similar a la que actualmente atiende los casos en estudio de la pandemia) para la contención de los efectos que la cuarentena y la crisis provocarán en muchas personas y el equipo de salud. En ningún caso (médico o psicológico) las herramientas de asistencia reemplazan los tratamientos iniciados; solo se atenderá para los emergentes de la situación actual.
Participamos de la compra de casi un centenar de respiradores e insumos afectados directamente a la atención de la pandemia. Del mismo modo que las cámaras de los sanatorios privados pusieron al servicio de la salud pública su infraestructura, OSDE puso su red de atención prehospitalaria e insumos.
Previendo un alto impacto económico-financiero debido al aumento exponencial del gasto y a la futura recesión, hemos definido priorizar económicamente las situaciones impostergables. Allí nos focalizamos en este momento en la crisis. Analizamos los pedidos de distintos profesionales que atienden a nuestros socios, comprendemos el lucro cesante que la crisis provocará pero también entendemos que lo urgente hoy, ahora, a riesgo de ser redundantes, es la atención de la pandemia. También sabemos que no todas las actividades y atenciones médicas pueden realizarse de manera virtual, lo venimos diciendo desde hace años.
El perjuicio económico que quedará como saldo será general y habrá oportunidad de definir estrategias y respuestas más adelante, cuando se haya superado esta imprevisible pandemia mundial.